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Origen y etimología de los agotes, según el autor

 

   Hemos visto más arriba que de los nombres dados a los cagots del Suroeste, el de "Cristiaas" o "Crestiaás" era el más viejo. Todos los autores, P. de Marca a la cabeza, equivocados por la semejanza de este término con el que en gascón significa cristianos, no sospecharon que pudiese tener una raíz completamente diferente y, no contentos con alterar la ortografía del nombre según su creencia, se empeñaron en buscar el origen de los cagots según esta denominación. Se vió antes todo lo que de bizarro salió de ello ( Estudios y reportes sobre los agotes, partes I y III). Por lo demás, no es sólo del siglo XVII que data este error filológico; la fisonomía de este término, tal como está escrito en los antiguos Fueros de Béarn, en el contrato entre los cagots y Gastón Phébus, y en la costumbre de Marmande, prueba sin dudas que ya tenía lugar al comienzo del siglo XIV. En el siglo XVI fue consagrado al pasar del lenguaje vulgar al oficial de un jurado de Burdeos, que, por cierto,  lo hizo sin mala intención; y, a partir de esta época, no se busca más que una sola cosa, saber de las  relaciones que pudieran existir entre el título de los seguidores de Cristo y el origen de los miserables llenos de más ultrajes de los que sufriera el Salvador.  Un gran número de sabios, alguno tan ilustre como Walckenauer, se pusieron a la obra y concluyeron en forma diferente unos de otros, sin previamente pensar en la imposibilidad que habría en la Edad Media de imponer deliberadamente el nombre de "cristianos" a los desdichados que se quería mancillar. A nuestra vez, vamos a trabajar sobre el mismo tema e intentaremos reemplazar por la verdad, oscurecida por una lamentable coincidencia, el error que rige gracias a una disposición de hace varios siglos.

   Desde el momento en que los cagots, sospechosos de tener lepra, recibieron la orden de llevar sobre sus vestidos una pieza de tela roja del tamaño de una moneda, y sin duda dentada, la gente, obedeciendo a su instinto de curiosidad, debió investigar a qué objeto conocido debía recordar el signo que aún no conocía y no le debió tomar ni mucho tiempo ni gran trabajo el ver en él una cresta, llamada en lengua del Sur "cresta"  (Véase el léxico románico de Raynaud), como en el latín de otro tiempo "crista". De ahí había sólo un paso para llamar a los cagots "crestats", crestados; y fue dado. Esta etimología, aunque muy simple y por ello fácil de conservar, no se borró menos rápidamente del espíritu mudable de sus autores y una ligera alteración operada en el término desnaturalizó rápidamente el sentido del todo. Se puede creer que los cagots, viendo en este desvío de la significación primitiva, una luz de esperanza, no hicieron esfuerzo alguno para oponerse, y que adoptaron con júbilo un nombre que debía asegurarles, si no la piedad de los hombres en este mundo, al menos el apoyo de Dios en este y en el otro mundo.

    Es sin duda alguna de este nombre de "Crestiaas" que deriva el término de "crétins"  [N.T:  enfermos de cretinismo ], afecto a otra clase de desdichados, principalmente en los Pirineos y los Alpes; pero, aunque moderno, pues no se observa ni en el diccionario de Trévoux, ni en ninguno de aquellos del último siglo, no es por ello en absoluto creación de Ramond, como querría hacer creer Hourcastremé (Les Av. de Monsieur Anselme, t. I, p. 385), porque se le  encuentra en un libro impreso seis años antes del viaje del primero a los Pirineos (Viaje Histórico y Literario por la Suiza Occidental, Neuchatel, 1781, t. 2, p. 233).

    El término "capot", como muy bien ha remarcado Bosquet, viene de "capo", que viene  a decir capón, castrado, en bajo latín, y he aquí como ha sido dado a los cagots. Tal como dijimos más arriba, fueron llamados en principio "crestats", crestados, término que, mal comprendido, se cambió pronto por "Crestiaas"  en el Béarn y la Guienne. Parece que, en el Languedoc, parte del País Vasco y las Landas, se mantuvo durante más tiempo en su forma primitiva, aunque el sentido se hubiera perdido. Este sentido era naturalmente altamente limitado, no aplicándose más que a los cagots: debió necesariamente perderse, sobre todo en la época donde los reglamentos emitidos contra estes desdichados quedaron por primera vez en desuso. El término sin embargo permaneció; y cuando se quiso indicar su significado, no se encontró sino "châtré" [N.T: castrado], que , desde el siglo XIV, se decía "crestat" en gascón ("Item, cabras, ovejas y carne de cerda sana y castrón [N.T: crestat en el original] en la calle de la puerta del castillo hasta delante de la casa de Martin Daudrad y Geraud Darnols, y al peso en la calle mayor".
   Se lee este cuarteto sacro entre las obras de uno de los más célebres poetas gascones: 

                          Un "crestat" de un tribunal
                          dijo a la corte colérico:
                          Señores , Señores, una palabra

                          ...
(Obras de Pierre Goudelin, edición de 1713, p. 284).


                           Qué hará el capón "crestat"
                           Tan caliente y más asado?

                           ...
 (Lou Trimfe de la Lengono Gascono...por J. G. d'Astros, pág. 10, v. 11)


   La clase de castrón mencionada en el "Esclapot", se llamaba también "crestil", si he interpretado bien un pasaje del "Recognitiones Feodorum", aportado por los Sres. Martial y Jules Delpit en su "Anotaciones de un manuscrito de la biblioteca de

Wolfenbüttel", pág. 80 , en nota.
   El abad Baurein cita otras dos palabras similares, a las que da el significado de "cabrito castrado": " Se debe (dice él hablando del derecho de alojamiento que en el siglo XIV, Miramonde de
Calhau, dama de Podensac y esposa de Bernard d'Ecoussan, señor de Langoiran, tenía, para ella y su séquito en la parroquia de Piau en Médoc), suministrarle pan, vino y un cocido compuesto de un gran trozo de castrón, llamado en el país "castrum" o "crestic"; un buen pedazo también cocido de puerco salado  y pulardas asadas. " So es assaber, pan e vín e carn grossa bulhida de crestic e de porc salada , e galinas tostadas." Estampas de Burdeos, Anuncios, etc. (Nº 16). Jueves 16 de Abril de 1778; pág. 112, col. 1. Véase también las Variedades Bordelesas del mismo autor, tomo III, pág. 178. El acta de la que Baurein cita una frase  está impresa en las págs. 182-197 y el pasaje se lee en la pág. 188.
    En los establecimientos de Marmande , se encuentra en varios lugares el término "cresto" o "creston", de la significación del cual no sé nada cierto; pero que, a no dudarlo, designa un animal capado: "E del cartey del cresto. iij pesses, ayssi cum sa enreir es esttat acostumat ae establit" Fol. XIII .- " Que y abevra ren ni lavian ventres de bous ni de bachas ni de porcs ni de crestos ni
d'autra bestia en la mezissa pena" Fol. xxi.- "Per cada aulha o moton o creston ii d. arnaudens. " Fol xxvi y xxx . El sr Raynouard tradujo este término por "cabrito", citando luego de su interpretación el cartulario de Montpellier. Véase el Léxico Románico, tomo II, pág. 356, col. 1, Nº 3. Puede ser que "creston" sea sólo una variante de "crestil" y de "crestic", tres términos que deben tener el mismo significado que " chastri" y "chatrix", de los que se encuentra un ejemplo en el Romance de Garin el Lorenés, tomo I, pág. 248, verso 2, y en las cuentas de dispendios de Poitiers en el siglo XIV y que los Sres. Paris y Rédet ...ilegible...de traducir por carnero. Véanse las Memorias de la Sociedad de Anticuarios del Oeste. Año 1840, Poitiers, 1841; p. 304. Véanse ademas los diccionarios de Du Cange y D. Carpentier, en los términos "castritius", "casto" nº 2 y "castro".
   En el Dicciounari Moundi, o Diccionario de la Lengua Tolosina, publicado como añadido de las obras de Goudelin, se encuentra luego de "cresta": "Crestado", un puerco capado; "crestadouro" chifre del capador [N.T: Aunque en francés el "fifle" que menciona Goudelin tiene la acepción de pífano, es más que conocido el "chifro" o "chifre"  como tradición de los castradores y de los afiladores en Galicia; por lo que, como ellos usan un instrumento derivado de la flauta de pan y no el pífano, la acepción preferida es chifre, palabra que todavía se emplea en Galicia y que se refleja en el diccionario de la RAE como chifle, aunque con un significado impreciso de simple silbato o reclamo de caza. Para una mejor referencia, el Diccionario de la Lengua Gallega de Alfonso Estravís lo indica acertadamente como el reclamo de los capadores y  afiladores] y "crestayre", castrador. Finalmente , en el Diccionario Francés-Gascón publicado por el Sr. vizconde de Métivier, siguiendo a su tratado De la Agricultura y Desmonte de las Landas (Burdeos, 1839) se lee bajo "CRESTA", capar , "CRESTE" joven cerda castrada [N.T: La castración se hace en los suidos para mejorar el sabor de la carne del animal (macho o hembra) destinado a engorde, no sólo como medio de selección para reproducción, ni como método para favorecer el crecimiento ].
   En cuanto a la etimología de "cresta", que el abad de Sauvages (Diccionario Languedociano-Francés , pág. 129) escribe "crësta", hay que verla como la operación que priva de sus crestas a los pollos destinados a ser capones).
 
    Es a no dudarlo , a esta interpretación que la tradición que hace descender los cagots de los Judíos debió su origen. Siendo aquellos llamados "châtrés", "chapons", por la circuncisión a la que estaban sujetos, operación de la que el pueblo no sabía más antes que a día de hoy.


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