Buscar este blog

Canciones y poemas bearneses, parte 4



    La redacción que sigue podría ser incluso más vieja que la precedente; pero como nos vino en un estado menos satisfactorio , creímos deber presentarla en segundo lugar. Entre las señales que nos garantizan la antigüedad de este poema, hay que contar la rima por asonancia que termina la mayor parte de los versos, particularidad que, como se sabe, caracteriza más especialmente las canciones de gesta de la época más lejana , aquellas que se pueden clasificar entre los monumentos de la poesía popular. Este detalle de forma, unido al sentido de la pieza, nos da la convicción de que tenemos aquí uno de esos poemas, no tanto del siglo XII, sino de tiempos en los que las canciones de gesta, o sobre todo las parodias de estas canciones, estaban clasificadas entre los libelos difamatorios, es decir de fines del siglo XV ("El sábado, 19 de Noviembre de 1468, fue pregonada y publicada a son de trompa y pregón público por las esquinas de París, el dicho acuerdo y unión hecha, como dicho está , entre el rey y dicho señor de Borgoña. Y que por razón del tiempo pasado persona viva no sea tan osada o atrevida  como para decir nada en oprobio de dicho señor, sea de boca, por escrito, signos, pinturas, rondós, baladas, libelos difamatorios, canciones de gesta ni otros en cualquier manera que puedan ser" Historia de Luis XI, rey de Francia, también llamada la Crónica escandalosa. La edición de Bruselas de 1703, lleva coma luego de "canciones"; lo que da un sentido diferente pero igualmente razonable, véase el t. II, p. 145 y 146.).

    Sean cuales sean la fecha y el género a los que se refiera esta composición, no podríamos negarle un gran interés para la historia de los parias de Gascuña. Todas las tradiciones populares, todas las imputaciones difundidas a su cuenta, están juntas ahí y algunas de ellas solamente están consignadas ahí, como, por ejemplo , la acusación de mezclar con sus ácimos sangre de cristiano, acusación que como hemos visto (primera parte de "Estudios y reportes sobre los cagots", opinión de Pierre de Marca, parte IV y en nota ), fue en otros tiempos hecha a los Judíos.

    Si hemos podido determinar el lugar donde tuvo nacimiento la pieza que precede, nos es incluso más fácil hacerlo para esta. Por un lado, el nombre del barrio donde el primer cagot se habría casado, y que es el de un caserío de Saint Jean y de Saint Pierre de  Lier (cantón de Montfort, distrito de Dax); de otro lado, los detalles dados por el autor sobre los remedios que empleaban, etc., todo ello indica suficientemente esta comunidad del departamento de las Landas, en la que existen todavía ocho o diez familias reputadas  como cagots. Estas familias, cuyos miembros eran todos carpinteros de ribera o de carretas, debían esta calificación no solamente a la tradición del lugar, sino también a una enfermedad extendida entre ellos y que podía ser asimilada a la lepra. Su piel, escamada como la de una carpa, sin o casi sin pelo, blancuzca y harinosa, a veces se volvía muy roja, sobre todo en las fases lunares. Para aliviarse, usaban la hiedra que hervían y aplicaban sobre la parte enferma. Una vieja, todavía viva, destina a este uso más de una carretada [N.T: aproximadamente 500 kilos] por año. Además, los Gahets de Labaste exhalaban, se dice, una hediondez más allá de toda idea, y su calor era tan intensa, incluso en invierno, que les era difícil, aún en los fríos más intensos, soportar una manta.

   En condiciones tales, cómo extrañarse de que la mortalidad entre ellos fuese un tercio mayor que entre los demás habitantes? Se asegura que así era.

He aquí el poema:

   De dónde viene este galimachie?
   De cien mil leguas
   Más allá de la Turquía.
   Se han multiplicado
   Como lindos gatos;
   En todas las parroquias
   Se han dispersado.
   Su genealogía
   Frecuentemente es demandada;
   Nadie me ha sabido decir
   Quién les había engendrado.
   Con los curas de las parroquias
   Me he informado;
   Ellos, por toda respuesta,
   Me han meneado la cabeza.
   Pero el eterno que es justo,
   Siempre pleno de bondad,
   Al mundo entero ha hecho conocer
   por qué les había rechazado.
   El país que les ha visto nacer,
   Había sido arrasado
   Por una horda sarracena,
   Que Dios habia  despreciado.
   Esta raza maldita
   Entre nosotros relegada,
   Es un resto de ejército
   Que no podía ir más allá.
   Con marcas muy diferentes
   hizo distinguirlos,
   Para prevenir su lepra,
   Que al resto de la gente habría infectado;
   Pero la tristeza más grande
   Que el país ha sufrido,
   Es debida a la llegada de un solo hombre,
   Al que han llamado Lacayat.
   En el barrio de Labaste
   Se ha casado
   Y a toda la parroquia
   ha afligido.
   Id a Lier y Lauréde,

(En Laurède, donde había gran número de cagots, estaban agrupados en un barrio llamado Casaubon, en Saint Gcours d'Auribat, comunidad de vecinos, ocupaban uno llamado de Cournau)
   Veréis que los cagots que ha dejado
   Podrían formar un ejército
   Y batirse por todos los costados;
   Dejando aquellos que están llenos de úlceras,
   Gran número se podrían hallar,
   Entre la raza maldita,
   Que habrían excitado el disgusto de la otra gente.
   De Lauréde a Lahosse
     (En Lahosse, el barrio habitado por los cagots se llamaba le Fuguet.)
   Poco camino hay:
   Misma secta, misma raza
   Encontrareis allí.
   No olvidéis a los de Caupenne,
      (
En Caupenne, comunidad del cantón de Mugron, como Lahosse, los cagots habitaban el barrio llamado de Magret)
   Y no los dejéis de lado;
   Id al fondo de la iglesia,
   Veréis ahí cagots separados,
   Rechazados por la otra gente,
   Relegados por los curas,
   Como gentes infectas de lepra,
   Cargados de ella a manos llenas.
   En cuanto a los beniteros en las iglesias,
   Los suyos están por costado;
   Y en los cementerios,
   Aparte son enterrados.
   Ved como sacan los ataúdes
   Que encierran a sus muertos,
   Sin respeto por su raza,
   Ni por los más grandes de sus cagots.
   No temen servirse de las tablas fúnebres
   Para hacerse las estanterías para vajilla,
   Las trabajan ellos mismos,
   Los gahets que son carpinteros.
    (
Los cuatro versos que siguen no me presentan ningún sentido;los reproduzco, sin embargo, literalmente.)
   Mas Elías y Eliseo
   Podrían profetizar
   Que necesitarían una legión de ángeles
   Para los robos que contribuyen a hacer cesar.
   En Lier, esa gran parroquia,
   No les faltó la hiedra.
   Todo derecho al bosque de Laurède
   Fueron a robar;
   De hiedra hicieron hervir calderos
   Incluso calderadas;
   Y siempre estes miserables
   Siguen igual de leprosos.
   [N.T: Hay multitud de referencias en la red sobre las propiedades curativas d
e la hiedra. Revisando el Diccionario de Ciencias Médicas... del año 1827, vol. 19, pág. 420, acepción "yedra" aparece: "...sus hojas...se usan en la cura de los exutorios (úlceras abiertas)... No se usa en la actualidad su cocimiento en agua o en vino que se reputaba antes como un detergente útil en las enfermedades y úlceras del cutis". La hiedra común europea (Hedera helix) sigue siendo usada
como planta medicinal y es objeto de estudio científico por sus múltiples propiedades, tanto benignas como malignas :
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24323967 ;
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16008120. En la antigüedad se la tenía en gran estima, lo que explicaría la importancia que se le da al hecho de recolectarla para las curas que estas gentes precisaban para aliviar su enfermedad(probablemente psoriasis) ]

   Raros son los matrimonios
   que llegan a contraer
   Con las hijas del resto de la gente
   Que se molestan en buscar:
   "Justo cielo! dicen,
   No queremos casarnos
   Con gentes de la raza maldita,
   Por miedo de infectarnos.
   El invierno es frío, dicen;
   Queremos cubrirnos,
   Y un solo cobertor
   os hace temblar.
   Vuestros cuerpos son infectos,
   No podemos acercarnos más:
   Dirigíos a las  cagots,
   Que con vosotros estarán bien."
     -Dime Daniel, cómo conoceré 
   Los barrios donde se les ha relegado?
   Serán los barrios dichos de los Chirpons,
   De los Cagots o de los Chrestiaas?
     -Simón, eres curioso y lleno de audacia
   Pidiendo tales informaciones.
   Por mi fe te aseguro
   Que se les ha dado el nombre de Chrestiaas.
   En Haute Chalosse,
   Se les llama Gézitanos;
(
En Chalosse, se les dan todavía hoy en día diversos nombres, tales como Capots, Gahets y Gésits)
   Pero todos son de raza sarracena:
   No busques otra historia.
   Si tuvieran de esta agua
   Donde el niño Jesús fue lavado,
   Tomarían sus ácimos ,
   Sin la sangre de los bautizados
    -Daniel, que barbaries
   Han traido!
   Habría que impedirles vivir,
   Habría que crucificarlos,
   Daniel, has oído decir
   Que quieren imitar a los turcos;
   Que se lavan hasta siete veces al día,
   Con la intención de purificarse?
   Mucho tendrán que hacer para lograrlo.
    -No digas más Simón,
   Están manchados con una lepra
   Que jamás se curará.
    -Daniel, son así de triste gente:
   Dejémosles de lado;
   Giezi, con su lepra,
   No era más menospreciado.
   Todas las medicinas
   Que busquen
   se vuelven en su perjuicio,
   Sin quitarles su lepra.

     Benadab, rey de Siria,
   Por general tenía a Naaman.
   El cual fue a Samaria
   Buscando remedio para su mal.
   Eliseo le llama;
   De inmediato él (Naaman) le obedece,
   Y su obediencia
   Le hace curar de la lepra.
   Sumiso al santo profeta,
   En el Jordán se va a lavar;
   Y luego de siete veces que se lava,
   Se desembaraza de la lepra.
   Naaman, contento del hombre santo,
   Querría recompensarle;
   Pero contento del bien que acaba de hacer,
   Dice que no hace falta pagar nada.
   Giezi era criado de Eliseo;
   Ingrato, como son ellos normalmente,
   Se va corriendo velozmente,
   A encontrarse con el Sirio,
   Diciéndole:"Falta que me des
   Regalos para mi maestro;
   Para pagar su trabajo,
   Dame tu oro y tu plata.
   No te digo nada extraordinario;
   Mi maestro se porta bien:
   Retorna a tu corte,
   Déjame estos pocos bienes"
   La tentación era muy fuerte:
   Giezi no pudo resistirla;
   Se apropia de la plata que le remiten,
   De parte de Galgala.
   "De dónde vienes, Giezi? dijo Eliseo;
   Desgraciado! qué has hecho?
   Actuando de tal suerte,
   Ciertamente Dios te castigará.
   Estuve sobre tus pasos,
   En espíritu, desde que
   La avaricia que te domina
   Te ha sugerido este medio.
   Los presentes que has ocultado
   para sustraerlos a mi conocimiento
   Te causarán grandes males
   Y a aquellos de tu descendencia.
   "Para castigarte, dijo el Señor,
   Te dejo la lepra de Naaman;
   Y pasará a tus hijos
   El vergonzoso mal que heredas"
   Giézi lloró y sollozó,
   Inútilmente.

   Simón, tal es la causa
   de que tengamos Cagots.
   Cubierto Giézi de lepra,
   Su piel se volvió blanca como la nieve.
   Desolado, avergonzado, se retira,
   Pensando que nadie querrá verlo;
   Se va lejos de su maestro
   Por su falta va a llorar.
   Dios, pleno de misericordia,
   Quiso purificarlo;
   Sin revocar no obstante el oráculo
   De su bien amado profeta,
   Dios decide que esta lepra
   Permanecerá en la posteridad (de Giézi).

   Simón, tú ves cuales son las secuelas
   Los robos que hacen estas gentes;
   Tenemos cagots en cantidad,
   Sobre todo de los que tienen ese talento.



   Índice

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: