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CAPÍTULO IV (OPINIONES SOBRE EL ORIGEN DE LOS CAGOTS Y SU ETIMOLOGÍA)



DIVERSAS OPINIONES TOCANTES AL ORIGEN DE LOS CAGOTS Y LA ETIMOLOGÍA DE LOS NOMBRES QUE SE LES DIERON


Ha llegado el momento de examinar las diversas opiniones relativas al origen de los cagots y de emitir seguidamente la nuestra. Comencemos de inmediato por la que cuenta con más partidarios, quiero decir la opinión que ve en estes infortunados los restos abastardados y degenerados de los godos, puestos en derrota por Clovis en las planicies de Vouillé. Ésta hipótesis, que parece tener una vieja raigambre popular, merece, por ese particular, respeto, si no una entera confianza. En efecto, como  todas las tradiciones de este género, debe contener elementos de verdad; pero como lo falso se encuentra en proporciones al menos iguales, y ello a consecuencia de la indiferencia del vulgo en materia de cronología, no sabríamos tomar suficientes precauciones antes de adoptar cualquier cosa. Así, como mostraremos dentro de poco, esta opinión sobre el origen de los cagots no es completamente errónea, pero, para ser admitida, necesitaría pruebas y el solo testimonio que en ausencia de documentos escritos se pueda invocar, le es contrario. Me refiero al carácter antropológico de estes parias. No hay persona que no sepa que el carácter de las razas se mantiene con persistencia singular, sobre todo cuando, por una u otra causa,  ellas no se mezclan con las vecinas. Es por ello que los bohemios no han perdido nada de su fisonomía asiática y los judíos son reconocibles en cualquier lado que estén, por su tinte oliváceo, sus cabellos crespos y color de azabache, su nariz arqueada y sus ojos negros y redondos. Los godos, según reporta la historia, eran hombres robustos; tenían la tez blanca, los cabellos blondos, una elevada estatura, imponente y noble (Procop. Caesar de Bello Vandalico, lib. I, cap. II). Veamos ahora hasta que punto puede aplicarse este retrato a los cagots de los tiempos actuales. Una carta del Sr. Dabadie de Buziet, médico bastante culto (según Palassou) contiene, entre otras cosas, los pasajes siguientes: "Desafío a quien distinga en algo los cagots de los otros habitantes. Como éstes últimos, presentan tonos de piel y rasgos diferentes; Observamos que los hay bien y mal hechos, buenos y malos, ricos y pobres, en una palabra, las mismas calidades físicas y morales" (Disertación de Palassou, pág. 321). El testimonio del Sr. Làa, recomendable médico de Arudy , es conforme a lo que venimos de reportar: " Es imposible , dice él, hacer cualquier diferencia entre la clase de los cagots y nosotros" (Ibídem). Otro observador, nacido en un municipio que, compuesto de ciento cuarenta casas, contiene al menos cincuenta habitadas por los cagots, afirma que " su tono no es notable por un matiz particular(Ibídem. pág. 322. Palassou no nos muestra cuál es el municipio: pero verosímilmente hacía parte, como Buziet y Arudy del distrito de Oloron, departamento de los Bajos Pirineos. Sea cual sea, lo que Dabadie y Làa y el observador  anónimo escribieron sobre los cagots de su vecindario, no puede, a lo que parece, aplicarse a los de los Altos Pirineos" Esta población, dijo el Sr. Bualé , instruído farmacéutico de Argelés, en una carta que nos escribió el 28 de Noviembre de 1842, presenta una tez morena, pálida, cabellos negros e hirsutos  , ojos azules. Muy sujeta a las escrófulas  notablemente al bocio, enfermedad que puede atribuirse sobre todo al aire húmedo y estancado de sus moradas más que a un vicio de origen. Se pretende reconocer a los individuos de esta casta según la conformación de las orejas, desprovistas de lóbulo inferior. Los pómulos de las mejillas son más salientes que entre nosotros"  [N.T: Pío Baroja creyó encontrar diferencias parecidas a las de este último reporte y hay infinidad de reportes a lo largo de la historia mutuamente contradictorios sobre algo tan concreto y visible como el aspecto físico de los cagots, como se ha mostrado a lo largo de este libro. Lo que viene a indicar que probablemente había una amplia variedad de rasgos físicos entre ellos, como entre el resto de la población. Por otro lado, si se asume buen hacer en los que, como este último observador, ven rasgos comunes y diferenciadores con respecto al resto de la población entre los cagots en algunos lugares, lo que ello podría indicar es que formaban grupos homogéneos en alguna localidad, pero heterogéneos si se consideran todas las localidades donde vivían. Su obligada endogamia podría favorecer esta relativa homogeneidad de rasgos en un lugar]); y el Sr. Minvielle nos muestra que luego de haber hecho investigaciones relativas a su constitución física y a sus cualidades morales, no pudo descubrir entre los individuos de esta casta la menor diferencia , ni en sus cuerpos, ni en sus moradas, ni en sus conciencias (Prejuicio vencido, pág 6. Véase en Informes sobre los cagots en el siglo XIX (1) en este mismo libro). J. A. de Zamacola tiene, poco menos, el mismo lenguaje ("Yo he procurado observar detenidamente algunos descendientes de estos gagotes en Doñen y en otros pueblos del Bearne, por si entre ellos hallaba, como supone el vulgo, las orejas sin perilla, ó alguna otra diferencia que los distinguiese de las demas gentes, pero debo decir, en honor de la verdad, que no hallé variedad alguna entre unas y otras personas en su capacidad, en sus costumbres, ni en su trato, y que lejos de ser invéciles y estupidos, me parecieron más industriosos, aplicados y laboriosos que las demás gentes del país." Historia de las Naciones Bascas, t III, p. 216. Otro español, no menos instruído, Don Juan Crisóstomo de Vidaondo, uno de los más notables habitantes de Elizóndo, me escribía, el 13 de Diciembre de 1842: " Ni por su trage, ni por sus costumbres, ni por su idioma, ni por su fisonomía se diferencian de los restantes habitantes de este pais; son generalmente laboriosos, tienen bastante viveza natural, emigran también a otras provincias y algunos de ellos no han dejado de adquirir ventajas. Hay también familias en otros pueblos de este mismo valle, y también fuera de él."). Sin embargo, como habíamos dicho, la tradición popular no está totalmente errada y está en parte confirmada por un precioso testimonio, por el mismo Palassou que, como vimos, creía inverosímil que los cagots tuvieran su origen en los Visigodos o pueblos del Norte que asolaron Novempopulanie hacia el comienzo de la monarquía francesa. "Vemos entre ellos, dice él, familias enteras con el pelo rubio, con un tono blanco y fresco, que unen a la belleza de la sangre las ventajas de una talla alta y despejada; se destacan también donde el color moreno predomina y en los cuales  la fuerza y la habilidad de cuerpo  se despliegan admirablemente, aunque los individuos sean de mediana estatura. Todos estes dones de la naturaleza les son comunes con los habitantes originarios de este país"(Memorial de Palassou, pág 322, 323. 
"Todas las personas que he consultado , dice M. Barraut, médico , me han asegurado que no había más bella sangre que entre los cagots. Tenemos algunas familias en Bagnères cuyos hombres y mujeres son rubios y remarcables por su belleza" (Ibídem, pág 326.) "La fisonomía, en general, de los reputados de sangre cagot es opuesta a la de los bohemios; muchos de entre ellos parecen gentes del Norte: cabellos rubios, o castaños, sobre todo en la niñez; tono blanco, ojos azules o grises, nariz corta, dedos bastante cortos" Carta del Sr. Dominique David, viejo tesorero del ejército, propietario en Itsatsou, el 19 de Marzo de 1843 .
" Este odio nacional hacia los Visigodos se mantiene todavía entre los vascos por los rasgos físicos de los agotes. Conservan los rasgos de su raza: ojos de un azul verdoso, cabellos rubios, piel blanca, tez pálida, y , lo más remarcable aún en nuestros días, el cartílago de la oreja adherente y la caja ósea muy gruesa". Carta del Sr. vizconde de Belsunce, Méharin (cantón de Hasparren, depto. de Basses Pyrénées), 31 de Marzo de 1843). No sabríamos dudar, luego de la lectura de los pasajes que preceden,  que los cagots no sean descendientes de una raza secundaria, incluso terciaria [ N.T: Para la época, una raza primaria era un grupo racial (ej: raza blanca, raza negra , raza asiática, etc.), una raza secundaria era un subgrupo dentro de un grupo mayor ( ej: semita, celta, eslavo, etc.); una raza terciaria sería un grupo particular dentro de una secundaria ( anglos, jutos, lugones, etc.) ] ; pero si la casta en cuestión no presenta ningún tipo particular, también se puede decir que no excluye a ninguno.

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