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Capítulo 9, Chizerots y Burins


   
       No lejos de esta última localidad, hay comunidades extendidas por los territorios de Sermoyer, de Arbigny, de Boz y de Ozan, ayuntamientos del departamento de l'Ain, distrito de Bourg en Bresse, cantón de Pont de Vaux [N.T: Noreste de Francia]. Una tradición inmemorial y constante las hace descender de los Sarracenos que entraron en Francia en el siglo VIII y que fueron expulsados por Carlos Martel y añade que otra horda, que no cruzó el Saona, formó también una colonia en el lugar de d'Uchizy, en la ribera occidental. El Sr. Thomas Riboud, en cuya "Memoria" se pueden leer estes detalles ("Investigaciones sobre el Origen, Costumbres y Usos de algunas comunidades del departamento de l'Ain, vecinas del Saona" (Memorias de la Academia Céltica, t. V., p. 1-30, París, 1810). El memorial de Th. Riboud no es otra cosa que la reproducción de un pequeño trabajo sobre esta materia, compuesto en 1775 por un cura de Boz, cuyo manuscrito todavía se halla en manos de un amigo del Sr. Jules Baux, archivero del departamento de l'Ain, conocido por sus "Recherches Historiques et Archéologiques  sur l'Église de Brou". Es a la bondad de este sabio que debemos el conocimiento de este manuscrito , que contiene algunas particularidades interesantes, omitidas por  Riboud), no duda en ver en los primeros a descendientes de los Sarracenos; pero Reinaud se erige contra esta opinión y no tuvo dificultad en probar que jamás colonia alguna de Sarracenos existió en los lugares donde la había ubicado ( "Invasiones de los Sarracenos en Francia", p. 302, 303).
  
    Es entonces a otro origen o a una causa diferente que hay que atribuir el odio y menosprecio que perseguían a los Chizerots y Burins. << Este odio, dice el viejo cura de Boz, se ha perpetuado hasta nuestros días, tanto las prevenciones de los hombres y sobre todo de los rústicos son tenaces y tanto trabajo cuesta perderlas a pesar del paso del tiempo. Las poblaciones vecinas y aquellas de los alrededores siempre suelen decir hablando de los de Boz: "me excuso; os pido perdón; sin faltar al respeto, he vendido, comprado, tenido tal negocio con un Burin". No hallan incluso cómo casarse en el país con lo que se dice una "hija de casa", es decir la hija de un granjero, de un labrador, incluso de un jornalero a su gusto. Siempre están obligados a tomar las sirvientas de las diferentes poblaciones de los alrededores, a menos que se casen entre ellos: lo que ocurriría más a menudo si no temieran los gastos de las dispensas; de suerte que si los Burins no están proscritos como los Judíos o los desdichados Hindúes en horror de las otras castas, al menos están aislados como eses tristes restos de Valdenses, de los que se ven aún algunas familias en los alrededores de Boz. Sin embargo qué diferencia hay entre ese Burin laborioso y rico, cuya industriosa actividad fecunda las tierras y esparce la abundancia y el vecino despreciativo que a menudo vive en la inercia y la pobreza!
    <<Los Burins, continúa su cura, son labradores, tratantes de bovinos y carniceros desde tiempo inmemorial... Hay entre los Burins personas muy atractivas; la mayor parte tienen los ojos negros. El aire extraño y la fisonomía singular que se les encuentra puede ser efecto de la prevención...Los Burines son agradables, blancos, rollizos; sus ojos  son negros, vivos, grandes, un poco redondos... sus cabellos comúnmente negros o castaños, etc.
    <<Los de Sermoyer, así como los habitantes de Boz y Uchizy, son odiados por sus vecinos; pasan por avaros y malvados. Como habitan uno de los más ricos cantones de la Bresse, que además tiene una magnífica vista, se les aplica el proverbio "Buena patria, mala gente". Tuvieron en otro tiempo grandes debates, así como los de Arbigny, con motivo de los pastizales del río Saona. Hubo muchos muertos de una parte y de otra en ocasiones diferentes; no se les puso otra pena que la pecuniaria, que , como indica el inocente cura, no dejaron de serles dolorosas.
    <<Si los Burins y los de Sermoyes, añade, no son queridos de sus vecinos, éstes muestran en retorno un marcado menosprecio por los otros habitantes de la Bresse. Hace pocos días que estando en Pont de Vaux, nos encontramos solos en la barca con un Burin. Luego de haber dado un vistazo a su figura, su aire y su vestimenta, y de haberle dedicado algunas consideraciones, entramos en conversación. No me dijo nada bueno de los de Bressans y parecía muy contento de los de Mâcon, con los cuales venía de hacer un trato. Me pareció bueno disculpar a los de Bressans: lo que lo puso de mal humor, como si el no fuera de Bressans. Semejante en ello a los paisanos del Franco Condado, que dicen siempre "Francia" y los "Franceses".>>

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