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Origen y etimología de los cagots, según el autor



    Este último término debe detenernos un instante. Cuál es en éste el sentido exacto y la raíz?. En el latín de la Edad Media "cassare", del que "cassatus" es el participio, tenía varios significados, bastante diferentes unos de otros; era sinónimo de "cedere", "concedere", de "frangere", de "venari", de "abducere", de "exauctorare", etc. A cuál de estes términos hay que remontar, por el sentido, el "Cassatus" de Guy de Chauliac? según nosotros a ninguno de ellos. Sin duda se podría sostener sin mucha desventaja, que la clase de individuos de los que habla el célebre cirujano, no había recibido de la boca del pueblo el nombre que correspondía a "cassati" (porque el vulgo no hablaba latín), más que porque ellos pasaban por descendientes de gentes expulsadas [N.T: En el original "chassés"] de su país y refugiadas en el nuestro, y se encontrará un poderoso argumento en un pasaje ya citado (Ver en notas en Opiniones sobre el origen de los agotes, parte 6, parágrafo 8), donde se dice que los Navarros del valle del Baztan trataban a los Agotes de "expulsos"; pero repetimos, la verdad  no está de ese lado y para conocerla hay que recurrir a otra acepción de cassere, de la cual no hemos hablado. Es aquella de "anular" de "hacer inútil", "privar", "castrar", que du Cange le reconoce según Papias y otros lexicógrafos (Glos. ad Script. Med. et Inf. Latin. t. II, col. 385, 386, Vº "Cassare", Nº 2). "Cassatus" no era más que la correspondencia latina de "Capot" que hemos visto bastantes veces y sobre la cual volveremos poco después.


     El término "cafard", sobre el origen del cual los etimologistas tienen división de opiniones, nos parece igualmente derivado de "gaffo". Rechazamos, como se ve, la opinión de Nicod, que deriva este término del hebreo "caphat", cubrir (Tesoro de la Lengua Francesa, París, 1606, p. 100, col. 2); aquella de Borel , que lo deriva de "kakafára", "mala texere", o del turco "cafar", renegado; aquella de Duchat, que lo hace derivar de "cape", vestido o abrigo al que se sujeta el capuchón ( Obras de Fr. Rabelais, 1741, t. I, p. 3; t. II, p. XI, nota 40.- Diccionario Etimológico de la Lengua Francesa, 1750, t. I, p. 280); y aquellas de Ménage , de los autores del Diccionario de Trévoux y de Roquefort, que lo reportan al término árabe "cafara" y al turco "cafar". He aquí como establecemos la etimología que damos al término "cafard". Los cagots, como hemos visto fueron, con razón o sin ella, acusados de herejía y no obstante se entregaban en público a todas las prácticas del catolicismo más ortodoxo e irreprochable. Iban a las iglesias ; pero según Fr. de Belleforest, no era más que como una manera de beneficiarse.  Nos consideramos pues autorizados para darles sus nombres a los hipócritas, a los falsos devotos. Digo sus nombres, en plural, porque los individuos que acabo de mencionar también han sido llamados "cagots", término cuyo sentido es el mismo que el de "cafard" ("CAGOT. Por beato, hipócrita, o por necio, ignorante, grosero.  <<Qué! sufriré yo que un crítico mojigato [N.T: en el original "cagot"], tenga sobre mí un poder tiránico?>>" (Tartufo, Moliére, Acto I, esc. I).
 "CAGOTERÍA. Hipocresía.
    <<Si, el insolente orgullo de su cagotería mucho ha triunfado sobre mi justa ira>>"; (Tartufo , Moliére. Acto III, esc. 3).
 "CAGOTISMO. La manera de actuar de un hipócrita.
    <<Su cagotismo le saca dineros en cualquier momento y a todos nosotros se cree con derecho a criticar>>";
(Tartufo, Moliére , Acto I, esc. II).
   Diccionario Cómico,  P. J. Leroux. Pamplona 1786, tomo I, p. 171.
 Como se ha hecho observar antes que nosotros , el uso de este término no se remonta más allá de la Reforma. Atribuimos la introducción en nuestra lengua a Clément Marot, que era ayuda de cámara de Margarita, reina de Navarra; que en 1533, siguió a su señora  en este país, donde este término era usado;  y que escribía en 1536 a Lyon Jamet en su "cuarta epístola del gallo al asno" [N.T: en el original " du coq à l'asne", que se puede traducir como saltando de una cosa a otra en el francés actual, pero que era la forma en que se apelaban  Marot y Jamet en sus epístolas]:
       Son de fuerte reaparición
       Beatos, mojigatos, godos y macacos
       Verdugos, contrahechos y charlatanes
      [N.T: En el original "bigotz, cagotz, godz et magodz, Fagotz, escargotz et margotz". El conjunto "godz et magodz" también era usado para indicar el Gog y Magog de la Biblia (Apocalipsis), así como para referirse a un hombre grosero y vulgar. Esta similitud, junto con la del mismo término para "macaco" (o babuino para Rabelais), magot y magog no parece ser casual, sino asimilable al concepto de "bárbaro" en sentido fuertemente peyorativo. Ver La Lengua de Rabelais de L. Sainéan. En este libro se dan traducciones de todos los términos anteriores con el doble sentido que era corriente en la obra de Rabelais, por ej. escargots serían los monjes hipócritas]
). 


  En cuanto a su etimología , es diferente,  y adopto enteramente aquella que P. de Marca nos hizo saber primero; en otras palabras, tengo la convicción de que "cagot" se formó de "can" "ca" (perro) ("porque entre perros (cans) y otros"; Bertran de Born: S'Abrils. "Se sabe que fueron puerco en Guavada y en Vianes fueron perro (ca)"; P. Cardinal: Tot atressi . "Como hace buen perro (can) de casa"; Vicios y Virtudes, fol. 29. "Entre perro(ca) y lobo a fin de cuentas Cat. de los apost. de Roma, fol. 150 (Léxico Románico.... por el Sr Raynouard, t. II, p. 306, col. 1) ),  y de "goth" (Un caso en particular que no señalamos aquí más que a título de singularidad,  es que en el antiguo provenzal  "goz" significa también perro. Véase el tomo III, p. 488 del Léxico Románico que también contiene: "gosset", "gosson" y "gossa", con el sentido de caniche o perro). Debemos atenernos tanto más gustosamente a esta etimología, en cuanto que ella no pide ni transposición ni mutilación, ni ninguna de esas figuras de las que los filólogos abusan tan frecuentemente; por otro lado, quién no sabe que en el catálogo de injurias que todas las naciones tienen respecto de las otras , el término "perro" figura casi siempre de primero? El "perro francés" por el cual la canalla de Londres designaba en otro tiempo al francés que veía pasar por la calle , el epíteto que los turcos fanáticos añaden siempre al término "cristiano",  todo ello es bien conocido; lo que lo es mucho menos es que a pesar de que todo en nosotros reclama en voz alta contra estas expresiones de odio religioso o nacional, nosotros [N. T: aquí este "nosotros" se refiere probablemente a los países católicos] mismos las hemos empleado sin escrúpulo, en su momento. Es así que en el siglo XII, Jean de Flagy llama a los vándalos "perros" e "hijos de perras" ( "No tocando bocinas ni olifantes/ Para que no advirtieran nada los hijos de perro" . Romance de Garin el Lorenés, tomo I, París , 1833, página 20 [N.T:  El romance de Garin se refiere a la supuesta guerra entre Carlos "el martillo" (Charles Martel) y los vándalos que habían tomado Reims, usado las iglesias como establos, matado  a San Nicasio, etc. De ahí las expresiones de odio que inspirarían]); que en el siglo XIII Gautier de Coinsi (Santa Leocadia, v. 431 (Fabliaux et Contes, t. I, p. 264)) y el autor anónimo del Romance del Santo Grial (Burdeos, 1841, p. 23, verso 526) llamasen a los Judíos "perros apestosos" y que en el siglo XVII un predicador general de la orden de Santo Domingo, escribiendo un  pequeño tratado de la expulsión de los Moriscos del reino de Valencia , les designase con el término "perros"(F. Jaime Bleda,  de la Expulsión de los Moros del reyno de Valencia, pág. 596, línea 15).  No hay nada de asombroso pues en que las poblaciones pirenaicas hayan dado el epíteto de "perros" a los extranjeros a quienes se suponía infectos de herejía.


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