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Origen y etimología de los cagots, según el autor

   Se ve cuan poco fundada es la creencia de que los Godos , luego de haber sido reducidos a siervos , fueron condenados al corte de leña, por asimilación a los Gabaonitas. El conocimiento del Antiguo Testamento , tan difundido a día de hoy, sobre todo entre los protestantes, no lo era, antes del siglo XIII, mas que entre la gente más esclarecida, es decir entre la minoría del clero, y esta minoría , que podía investigar las causas de un hecho consumado , y dar curso por ello a una explicación buena o mala, no tenía bastante influencia sobre las masas para hacerle imitar la conducta de los Israelitas de Josué, por más deseo que tuviera de poder hacerlo. Cuando Shakespeare daba al esclavo de Próspero, al hijo rechazado de la hechicera Sycorax, una parte de las ocupaciones reservadas a los cagots
Próspero: Espabila; Ven.
                 Visitaremos a Calibán, mi esclavo,
que nunca
                 nos da una respuesta amable.

Miranda:  Es un villano, señor,
                 no gusto de verlo. 


Próspero: Pero, como tal, imprescindible:
                 hace nuestro fuego,
                 busca nuestra leña ; y sirve en oficios
                 que nos son útiles. Hey! esclavo! Calibán!
                Tú mugre, tú! habla.


Calibán
 (dentro): Hay suficiente leña recogida...

(La tempestad, acto I, escena II)), no se hacía más que el instrumento de una tradición de la Edad Media; sucumbía al  imperio de las opiniones de su tiempo y país , donde , por virtud de la reforma, la Biblia había devenido en ser de uso tan general y había adquirido una autoridad tan grande, así como extendida, como el Corán en los sitios sumisos a Mahoma.

   Una tercera objeción, bastante más fuerte que las otras, se nos puede oponer; pero esperamos desecharla felizmente. He aquí en que consiste: resulta del primer mandamiento de Luis el Bueno en favor de los refugiados españoles, que habitaban en Aquitania , Septimania , Provenza y una parte de España sumisa a los emperadores francos; también resulta del segundo mandamiento de Luis el Bueno y del de Carlos el Calvo, que había de estos emigrados en Narbona, Carcasona, el Rosellón, Ampurias, Barcelona, Girona y en el condado de Beziers (Los establecimientos de los godos debieron ser numerosos en la Marca Hispánica y Septimania, pero casi todos desaparecieron; se cree haber encontrado las trazas de uno de ellos a cerca de dos km. de Perpignan, en el lugar de Malloles, llamado también en los viejos documentos "Villa Gothorum" , "vel Malleolas" . Véase la segunda edición de la Historia General de Languedoc, addendas y notas del libro XIV, t. III, p. 46). Siendo así, como no se hallan en ninguna época, en Provenza y la comarca que venimos de nombrar, individuos que podamos asimilar a los cagots, cómo explicar tal circunstancia? Podríamos alegar la insuficiencia de documentos escritos, y este discurso de no recibir , que oponemos para lo que toca a Cataluña, de la que no sabemos nada para el presente sujeto, debía ser admitido hasta cierto punto en relación al Sud-Este de Francia; sin embargo creemos poder dar una mejor respuesta a la objeción que hemos previsto.

     Puede que sea suficiente decir que al Este de los Pirineos, los refugiados españoles, de los que la mayor parte, como estamos fundados a creerlo, se componía de Godos, encontraron numerosas familias de visigodos ( Eginhard, relatando la revuelta de Aïzon, en el año 827, habla de los godos y españoles que habitaban la Cerdaña [N.T: Territorio otrora perteneciente a  la Marca Hispánica y que hoy en día está dividido entre Francia y Cataluña] y el Vallés [N.T: Probablemente el Vallés Oriental]: Willemundo , hijo de Béra, y otros llevados como él por la ligereza e inconstancia natural de su nación, se habían cambiado de bando y junto a los sarracenos llevaban todos los días el pillaje y el incendio a Cerdaña y el Vallés. Mientras que para calmar y  tranquilizar los espíritus de los godos y españoles habitantes de esta región fronteriza , el abad Helisacar, secundado por otros comisionados imperiales , tomaba , fuese por sí mismo, o por el consejo de sus colegas, las medidas más sagaces y al mismo tiempo Bernard, conde de Barcelona, resistía con energía las astucias de Aizón..." etc. "Annales Francorum" (Obras Completas de Eginhard, t. I , p. 388). Estes godos y españoles eran los descendientes de los antiguos conquistadores del país o los recién emigrados? Creemos que había de unos y de otros) que allí vivían felizmente bajo el imperio de las leyes particulares de este pueblo, otrora tan pujante ( "En el año 759, los Francos asediaron la villa de Narbona prometiendo bajo juramento a los godos que estaban dentro que , si le rendían la ciudad a Pipino, rey de los francos, el les permitiría vivir según sus leyes. Siempre que matasen a los Sarracenos que estaban con ellos y librasen la villa a los Francos". "Chronicon Moissiacense". (Recopilatorio de historiadores de las Galias, t. V, p. 69, A.). Véanse también las Memorias de la Historia de Languedoc, por el magistrado Guillermo de Catel, Toulousse, 1633, libro III, p. 538. " Franci Narbonam diu obsessam per Gothos recipiunt, peremptis Sarracenis: facta pactione cum Francis, quod illic Gothi patriis legibus, moribus paternis vivant. Et sic Narbonensis provincia Pippino subicitur". Otía Imperialia Gervasii Tilberiensis. (Historiae Francorum Scriptores... t. III, p. 366 , A.). Véase también a l'Asttronome autor de la vida de Luis el Bueno, en la demanda hecha por los pueblos de Septimania, en la asamblea de Kiersi. ( Recopilatorio de du Chesne, t. II, p. 316, B; Recopilatorio de Historiadores de las Galias, t. VI, p. 121, b.)), y que, recibidos como hermanos en sus familias, no debieron ser considerados en ninguna época como extranjeros, mezclándose en buena hora con ellos; pero nos parece que es posible hacerlo mejor. Intentaremos probar que la causa primera del desprecio y aversión que los emigrados inspiraban en el Sur-Oeste no podía existir al Oriente de los Pirineos.

    Recordamos que la principal de las acusaciones dirigidas contra los cagots era la del arrianismo, y que ella era la que había dado lugar a todas las demás. Ahora bien, esta acusación era de poca monta en el Sur-Este de Francia, donde el pueblo y la nobleza siempre fueron muy tolerantes, a veces incluso heréticos; y los refugiados, que no tenían repugnancias religiosas aparte de la población indígena, debieron fusionarse rápidamente. Se encuentran las pruebas de esta tolerancia en la manera en que los Judíos eran tratados en esta parte del reino. En el siglo VI, los Judíos de la Provenza podían hacer comercio con navíos de ellos y tripulación de su nación (San Gregorio, obispo de Tours, de Gloria confessorum, cap. 97, inter opara sua edita a Domno Th. Ruinart, col. 978). En el siglo doce, si nos reportamos a Benjamín de Tudela que visita, por el año de 1170 , las sinagogas de Europa y Asia , los Judíos podían ser incluso propietarios de tierras en Narbona. En  Beziers, Montpellier ( Un pasaje del testamento de Guillermo VII, señor de esta villa, que es del año de 1172, deja pensar que antes de él los Judíos eran admitidos a los empleos de este condado. Se lee: "Volo et jubeo ne unquam Judeus sit bajulus Montis-pessuli, vel castelli  de Palude, vel alicujus honoris mei", Historia General del Languedoc, t. III, pruebas, col. 127, l. 6. Es de remarcar que este señor había sacado esta disposición de los testamentos de sus dos predecesores llamados "Guillermo", como él. Véanse las memorias de Guillermo de Catel, ya citadas, libro IV, p 661 y 663), Lunel y Marsella, había gran número de familias judías ricas y benefactoras, así como de academias célebres, en algunas de las cuales se mantenían con gastos comunitarios los que venían a estudiar la Santa Escritura (Itinerarium Benjamini Tudelensis... Ex Hebraico Latinum factum Bened. Aria Monttano interprete. Antwerp, 1575; p. 15-18): cosas todas que suponen una existencia pacífica e incluso cierta independencia, que estaban lejos de gozar los judíos del resto de Francia. En el siglo trece , estaban igual; los seguidores de Moisés podían adquirir alodios [N.T: Tierras en propiedad exentas de derechos feudales] en el Sud-Este de nuestro país: se ve por las quejas de Guillermo de la Broue, arzobispo de Narbona, contra Amalric, vizconde de esta villa,que no deseaba permitir a los clérigos adquirir alodios en sus dominios, sin pagar derecho: "lo que, añadía el prelado, siempre fue permitido a todos , incluso a los Judíos, según los usos y costumbres del país"(Historia General del Languedoc, libro XXVI, cap. 14, t. II, p. 475, 476, año 1251). En Montpellier , la comunidad judía vivía tranquila y feliz, estado que dura para ella hasta la expulsión general de los Judíos de Francia. Más favorecidos incluso en Toulouse, los hijos de Israel fueron admitidos a los empleos públicos por el conde Raimundo VI, y ello fue una de las quejas que el papa Inocencio III tuvo contra él (Petri Vallium Sarnaii monachi Historia Albigensium (Recopilatorio de historiadores de las Galias, tomo 19, p. 16D, 17B)): así para obtener la absolución , este señor fue obligado , en 1209, a prometer , entre otros compromisos , no emplear más a judíos (Historia General del Languedoc, libro 21, cap. 49; t. III, p. 162). Esta promesa, aunque garantizada por dieciséis barones, no fue cumplida ; porque se obligó , en 1229, a Raimundo VII , su sucesor, a despojar a los judíos de los cargos públicos con los que habían sido revestidos (" Instituemus etiam ballivos, non Judaeos, sed catholicos in terra, et nulla haeresis suspicione notatos, et tales prohibite non possint admitti ad emendum redditus civitatum, villarum, vel casrorum, vel pedagiorum; et si forte aliquis talis ignoranter institutus fuerit, expellemus cum et puniemus, cum super hoc fuerimus certificati", Historia  General del Languedoc, t. III, pruebas, col. 330. Véase también el Recopilatorio de Historiadores de las Galias, t. 19, p. 220).


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