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Lugares habitados por cagots (7)


No queremos reentrar en Bearn sin mostrar aún algunas observaciones sobre los agotac del País Vasco.

El Labourd y La Soule poseen, como acabamos de ver, un cierto número de estos individuos, pero forman una muy pequeña parte de la población de los municipios e incluso han desaparecido de algunos de ellos. Esto es de otra manera en la Baja Navarra: Esta raza se encuentra aglomerada sobre todo en los cantones de Saint Etienne de Baïgorry y de Saint Jean Pied de Port.

Otra observación a hacer es que los agotac tienen sus residencias en las vecindades de los castillos y que ellos solos entre los vascos, que nunca bajaron la cabeza ante el yugo feudal, estaban en estado de vasallaje, la prueba es que aún en 1789 había familias cagots con el deber de hacer la corvea [N.T: Trabajos forzados en beneficio de un señor feudal o del estado].

Recorra la Baja Navarra y verá pequeños castillos flanqueados de torres , coronados de almenas, ubicados como fortalezas en eminencias y a sus pies las humildes moradas de los desdichados cagots. En Baïgorry, los castillos de los vizcondes de Echaux, de Licerazu; en Cise (cantón de Saint Jean Pied de Port), el de los barones de Harriette, sección de Aincille, los de Apat de Bussunarits, los de Irumberry , de la Magdeleine, sección de Saint Jean le vieux, no tenían otros vecinos que los cagots.

 La calle Chubitua, en Anhaux, es, sin duda, el origen y centro de los cagots de pura sangre; se puede decir que en todo tiempo ella fue la metrópoli, y por tanto no se puede glorificar de tener cerca una casa habitada por la nobleza; pero está edificada sobre las tierras de Echaux, donde los vizcondes protegían a los cagots en toda ocasión. Si los municipios de Aldudes, de la Fonderie, de Bidarray, de Ossés, de Lasse, de Ascarat no tienen barrios ocupados por estas gentes, es porque no tienen ya las viejas y renombradas mansiones señoriales, y lo mismo puede decirse de todos los municipios donde esta raza no está en gran número.

 En el país de Ostabaret (cantón de Iholdy) hay sin embargo mansiones nobles; también las hay, incluso en más cantidad, en el de Mixe (cantón de Saint Palais) y sin embargo en estos dos países los agotac son bien poco numerosos; Irouleguy, que está a la vista de Chubitua, no tiene uno solo: Esta diferencia se explica por lo que habíamos dicho antes.

Un cagot de nuestro tiempo, que no había podido escapar a esta atracción que había empujado a su casta hacia la nobleza, decía un día ingenuamente: " O todos los nobles son cagots, o todos los cagots son nobles". Por desgracia el pobre hombre olvidaba la desgracia de su condición presente y no sabía sin duda, que sus semejantes del país de Cize, lejos de ser tenidos como nobles, eran tratados en otro tiempo más duramente que los siervos más ínfimos: Les fue prohibido tener algún ganado, si no era un cerdo para su provisión y un asno o caballo de carga para el transporte de sus herramientas; incluso no tenían, ni sus animales, el disfrute del derecho de trayecto en las montañas. El único privilegio que les era común con la nobleza, era, como en cualquier otra parte, estar exentos de cargas locales.


DISTRITO DE OLORON


No hay municipio en el distrito, donde no se hallen familias de cagots. El pueblo sabe distinguirlos por todas partes, aunque ningún signo exterior los delata, pero la tradición está ahí, y habla en su contra. En muchos municipios se cuentan apenas cuatro o cinco familias de cagots, mientras que en otros, por lo menos un tercio de la población desciende de estos parias.


Cantón de Accous.- Tal es el caso en Accous, donde se cuentan cincuenta familias; en Lescun, donde hay un número mayor todavía; en Borce, donde cinco familias dieron origen a treinta y cinco, en Bedous y en Sarrance. Hay, en la iglesa de éste municipio, cuya virgen recibió la visita de Luis XI, una capilla llamada "de cagots", porque allí eran relegados. Uno de ellos se casó con una hija de Bedous y se le dedicó una canción que no pude conocer por entero y que comienza con estos versos:


"En Bedous, la buena villa
En Bedous todos cagots

El cagot es de Sarrance,
La cagot de Bedous.
En Bedous, la buena villa
En Bedous todos cagots"

Casi todos los pueblos del valle de Aspe cuentan con un gran número de cagots. En Borce, a pesar de las múltiples uniones que formaron con los Bearneses de pura sangre, están lejos de ser queridos. El hecho siguiente lo prueba bastantemente. Hacia 1817, un cagot fue nombrado alcalde del municipio , con gran escándalo de los habitantes del país , indignados de ver, quizás por primera vez, a un hombre de esta casta ceñir la banda. Llegaron reclamaciones de todas partes al prefecto del departamento; este magistrado no las tuvo en ninguna cuenta y mantuvo la orden que confirmaba el nombramiento del cagot. Las quejas no cesaron desde esto; continuaron reproduciéndose hasta 1830, año en el cual los electores forzaron al alcalde reprobado a retirarse del cargo, así como a los miembros del ayuntamiento que habían apoyado su administración. Desde entonces, sus nombres no entraron más en la urna electoral, a causa de su contacto con este alcalde, que servían, todo hay que decirlo, más por temor que por consideración. La antipatía y el odio que se les consagró, desde esta época, todavía subsisten.

 Luego de dejar el camino real de Oloron a Urdos, subimos una penosa cuesta, de una hora de trayecto, sobre un camino escabroso, bordeado de precipicios y sembrado de más de un género de peligros, llegamos al pueblo de Lescun, situado sobre una meseta y pegado a una montaña. De las doscientas ochenta y seis familias que tiene este municipio, ochenta y seis están reputadas como "cagotes" o "leprosos", nombre que se les da también en el país; pero hay cinco que son dudosas, es decir, cuyo origen no está bien constatado. Todas estas familias forman, a día de hoy, una población de cuatrocientas cuarenta y seis almas sobre un total de 1.470, cifra que dá el último censo del municipio. De las 86 familias cagotes, cincuenta habitan en casas, más bien chozas, que están agrupadas, por decirlo así, unas sobre otras en forma de anfiteatro, bajo la iglesia y a la entrada del pueblo. Este barrio se llama "Besiat": allí se ve una excelente fuente, conocida con el nombre de "Houn deu Chrestiaa". Las otras 36 familias se hallan diseminadas, mezcladas y confundidas con las familias puras de la parte principal del pueblo, lugar que en otro tiempo les fue prohibido habitar y al que no pudieron acceder sino por medio de casamientos y compra de inmuebles.

 Hasta 1789, los cagots de Lescun eran rechazados de todas las funciones públicas. El único empleo que les era confiado era el de sepultureros, cubierto hoy por un miembro de esta casta y hereditario en su familia desde tiempo inmemorial. Sólo venciendo la más viva resistencia pueden acceder a otras plazas.

En la iglesia, donde tienen una puerta y pila bautismal particulares, la entrada del santuario les está rigurosamente prohibida, a tal punto que un cagot que se había introducido furtivamente allí, fue echado vergonzosamente en presencia del oficiante y los fieles. El cementerio que recibía los restos mortales de las familias de raza pura, les fue también vetado, se enterraban en un lugar separado.

Las más grandes fortunas del territorio, los mejores fondos, están en poder de las familias puras. Los cagots, salvo algunas excepciones, no poseen más que las propiedades de poco valor y naturaleza inferior. Lo mismo se puede decir para los capitales y las bestias, principal riqueza del municipio. Pero si, por ese lado, subsiste una desigualdad entre ambas razas, la cagot tiene una ventaja sobre la pura: Posee la fuerza y el coraje. Es en ella que se encuentran los hombres más intrépidos y más endurecidos. Si se trata de una carga peligrosa , los cagots son los primeros en ser requeridos y los primeros desafiando los peligros; son, en fin, los encargados de los trabajos más duros y quienes los ejecutan con éxito. A pesar de ello las alianzas entre ambas razas son raras; hace falta, para que un cagot sea admitido en matrimonio en una familia pura, que se valga de la recomendación de una posición social superior a la de la familia que no es de cagots; aún así, a menudo consienten en tal unión con la más grande repugnancia: Tanto la prevención que pesa sobre los desgraciados en cuestión está profundamente enraizada entre esta población, imbuída de los prejuicios de sus antepasados!

Estos prejuicios no se muestran solamente cuando se trata de matrimonio, aparecen en toda ocasión. La raza pura de Lescun considera a los cagots como una población maldita y depravada y ve, en el sitio donde viven en mayor número, un lugar de perdición. De ello resulta que ambas razas se observan y desconfían mutuamente una de la otra, como en el pasado. Si se trata de elecciones de oficiales municipales o jefes de la guardia nacional, se dividen en dos partidos, en los que cada uno pone el mayor encarnizamiento posible en hacer triunfar a sus candidatos y rechazar los del otro, cualesquiera que sean, por otro lado, sus méritos para la confianza pública. Finalmente es raro que una reunión de individuos de sangre pura se separe sin que los cagots hayan sido objeto de sus sarcasmos o sus insultos.

Como los cagots de Lescun, Accous, Bedous, Borce y de Etsaut, tenían, a cierta distancia del pueblo, un barrio separado cuyo nombre servía a menudo para designarlos: Así , en Bedous eran generalmente conocidos como los "cagots de Carrolle", en Borce con el nombre "Pézilles" y los de Etsaut con el nombre de "Cap-det-Poun"; en estas cuatro parroquias, tenían pila bautismal especial, lugar en la iglesia distinto y cementerio aparte.

Cantón de Aramitz.- Aramitz, Arette e Issor (valle de Baretous) tenían también multitud de estas gentes; contando todavía con un número considerable y muchos padres de familia tuvieron las mayores dificultades en colocar a sus hijas , porque eran cagots. En la iglesia de Arette, la pila bautismal era común, pero el agua bendita se les ofrecía a los malditos en la punta de un palo. En Issor tenían un barrio separado, que todavía existe, llamado , como en Lescun "Bésiat".

Cantón de Arudy.- En Arudy, hay también cagots; pero viven completamente confundidos entre el resto de la población , que pone tan poca atención a su origen, que algunos de ellos alcanzaron holgura e incluso fortuna (Esta fusión data, sin embargo, de hace poco, porque, sin remontarse más allá de 1815, se encuentran casos de la repugnancia que tenían los bearneses de Arudy a las alianzas con cagots. Ese mismo año, un paisano, a punto de unir a su hijo con la hija de un cagot de Buzy, declaró, en el mismo momento en que el matrimonio iba a hacerse, que no tendría lugar. Por más que se le presionó, rehusó dar la menor explicación. No tardó en darse por cierto para todo el mundo, que ese cambio de idea del padre del novio había sido consecuencia de una revelación relativa a la descendencia de quién debía ser su nuera. ( Memoria de M. P. H. Medevielle, director de internado de Arudy)). El carácter de su fisonomía es sombrío, taciturno, de una lividez terrosa y poco expansivo; son , en su mayor parte, de tamaño medio y anchos. En otro tiempo entraban en la iglesia por una pequeña puerta practicada para ellos en la parte Noroeste de este edificio, ahora condenada . Un hombre se colocaba al lado de la pila bautismal y les daba el agua bendita a los cagots con un hisopo, para impedir que sus dedos, tocando el agua, mancharan el agua destinada al uso de los otros habitantes de la parroquia. En la iglesia, ocupaban un pequeño rincón situado muy cerca de su puerta.

Buzy, pueblo alejado de Arudy unos cinco quilómetros, tenía sus cagots también. La vieja iglesia, que fue destruida hace 17 años, se hallaba en lo alto de una colina, al sudoeste del pueblo. Una gran parte de cagots de esta comuna tenían por residencia algunas casas bastante cercanas a esta iglesia; el resto de esta raza se hallaba relegado a unas casuchas construidas a unos cien metros a la izquierda del camino de Arudy a Oloron. Puestos en diferentes puntos y alejados como estaban del pueblo, los cagots de Buzy no tenían casi ninguna comunicación con los otros habitantes.

En Bescat y en Iseste (valle de Ossau), había bastantes cagots también; como en Buzy, como en todas partes, tenían una puerta de entrada particular en la iglesia y una pila de agua bendita separada. La repugnancia que los habitantes de estas comunidades tenían a contraer matrimonio con ellos persiste aún. En Mifaget, la mano de una hija joven , perteneciente a una rica y honesta familia de paisanos, fue rechazada no hace mucho tiempo, únicamente porque descendía de cagots y esta persona no pudo encontrar como establecerse (casarse) hasta hoy. Todavía se mostraba , hace pocos años, la parte del cementerio donde estes parias se enterraban, así como la pila y la puerta de la iglesia que les eran destinadas. Estes dos últimos indicios de la existencia de una cierta cantidad de cagots en una localidad, se veían también en Rébénacq, donde todavía hay cuatro familias reputadas como tales. Sus ancestros tenían un lugar aparte en la iglesia, que los otros habitantes mantenían a cierta distancia de ellos, por el temor de tocar con los pies sus escupitajos.

Cantón de Sainte Marie.- Los cagots de Agnos todavía soportan el peso del anatema que se asocia a su casta. Sin contar los obstáculos sin número que tienen que sobrepasar para contraer alianzas con los vecinos de raza pura, al menor conflicto, sus adversarios les echan en cara el epíteto de "cagot", casi siempre acompañado de bastonazos, de golpes de horquilla, la efusión de sangre y a veces la intervención de la justicia. La familia B..., de Agnos, estuvo seis veces a punto de concluir el matrimonio del mayor de sus hijos, mocetón de cuarenta años, y siempre el matrimonio se deshechó cuando se descubría el origen del pretendiente.

 La repugnancia que los habitantes de Agnos sentían a unirse con los cagots se hacía notar también en Esquiule, Moumeur, Saint-Goin y Géronce. En Sainte-Marie, había bastantes de estes parias, todos carpinteros de obra. Habitaban con preferencia una calle, también connotada con su nombre y ocupada por sus descendientes. Allí, como en otras partes, tenían un lugar demarcado en la iglesia, además de una pila bautismal aparte; un criado les presentaba el agua bendita en la punta de un bastón. No podían estar afiliados a ninguna cofradía, sino a la de San Juan, que les estaba destinada. M. de Revel, Obispo de Sainte-Marie , muerto en 1784, no admitía ningún cagot a recibir las órdenes sacras. En Esquiule, los cagots eran enterrados en una esquina particular del cementerio.

 Cantón de Monein.- Lo mismo pasaba para los de Lahourcade, que , durante su vida, tenían en la iglesia una esquina, separada por una pequeña balaustrada.

 Cantón de Oloron.- Existe , en la iglesia de Sainte-Croix de Oloron, construída o reconstruida por Centulle IV en 1088, una pequeña pila bautismal encastrada en el muro, que las más viejas tradiciones dicen que era la pila de los cagots y que, aún en nuestros días, se designa así. En cuanto a la pequeña puerta que acompaña ordinariamente a la pila bautismal, no vi ninguna traza. Tiene dos puertas, pero ambas son principales. La manera en que está dispuesta la pila bautismal de los cagots en Sainte-Croix, al costado derecho de la puerta que va al fondo de la iglesia, indica que entraban por la puerta común para ir inmediatamente al fondo del edificio, lugar que les designaba la costumbre de Bearn, donde se lee que los cagots no debían ponerse delante de los hombres ni de las mujeres, en las iglesias o en las procesiones. A día de hoy, hay muy pocas personas, en Oloron que sean designados como tales.

 La mayor parte de los habitantes de Lurbe eran cagots; el barrio que ocupaban primitivamente era bastante aparente y separado por un puente, que aún existe, de las otras partes de la comunidad. Tenían en la iglesia una entrada particular, y un agua puesta a algunos pasos de su puerta les servía a la vez de pila bautismal y de límite: Se acomodaban en un banco ante el cual había una verja de madera; atrás de ellos se acomodaban sus mujeres, de rodillas sobre las baldosas. Se les presentaba el pan bendito al cabo de una vara de madera.

El viejo cura de Lurbe, M. de Abidos, mostraba una gran repugnancia contra los cagots; no habría escogido para mayordomo, ni para otro empleo en la iglesia, a un individuo reputado como tal. En 1788, aún separaba, en la casa de Dios, los cagots de aquellos que no lo eran; y como , visto el gran número de los primeros, esta separación era muy difícil, los niños se divertían, durante los oficios, cosiendo una cola de cordero o de oveja a una cagot y a una mujer que no lo era, como para unirles: Lo que era una unión monstruosa.

 Un viejo de 78 años recordaba bastante bien que un día una cagot, se colocó delante del límite que nombramos antes, el cura , fuera de sí, se puso a gritar con todas sus fuerzas: " Su lugar no está ahí, cagot, sepa que estando delante o detrás de usted, seré siempre su cura, pero ustedes, estén delante o detrás, serán siempre viles cagots". A menudo este cura insultaba a estos desgraciados en presencia de numeroso público, calificándoles de condenados. Un día, un cagot, habiendo tocado inadvertidamente el incensario, fue puesto inmediatamente en la puerta de la iglesia, y la entrada a la misma le fue prohibida para siempre.

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